En nuestras instalaciones, nos encanta usar los objetos más ordinarios y convertirlos en algo sorprendentemente nuevo. Esta obra de arte está compuesta por 50 reflectores que se usan normalmente en sesiones de foto y video. Con un poco de creatividad y manos talentosas, el espacio se transforma en algo mágico. Una estructura amplia pero ligera que no solo refleja la luz, sino que también irradia un calor increíble, creando una sensación agradable y envolvente.